Mònica Sanchez Segura

Sentir nos hace vivos y compasivos a la posibilidad de comprender (nos) y entender (nos). )

Todos queremos querer y que nos quieran.

Hay que aprender a querer bonito. Conectar con el dolor para aprender a amar mejor. Conocer y conectar con el sentir aunque incomode, nos vuelve más humanos, más empáticos y más presentes. Solo así podemos sentir a otros sintientes.

Y desde ahí, amar mejor.

Sobre mí

Soy Mónica, Graduada en Pedagogía por la UDG y Terapeuta Gestalt.

Realicé mis prácticas de pedagogía en Perú en una casa de acogida de madres adolescentes, en situación de riesgo social.

Hice un acompañamiento pedagógico y terapéutico a través del yoga y la meditación durante mi estancia en Cusco. Desde entonces he continuado contribuyendo al acompañamiento de las personas desde distintas disciplinas.

Entendí que cada persona es una relación de sí misma dividida en tres partes, cuerpo, mente y emoción, en relación constante entre sí.

Formación

Me formé en PNL, Hatha Yoga, en Mindfulness y en Terapia Gestalt, cada una me enseñó a descubrirme en estos tres ejes y así obtener una mayor comprensión de mí misma. Sigo formándome e indagando con distintos terapeutas, cómo estos tres centros se relacionan entre sí y se modifican unos a otros, de la misma manera, que una persona nos puede hacer sentir y pensar diferente que otra en una misma situación, especializándome en las relaciones desde la Terapia Sistémica Relacional.

Mi proceso personal empezó a los 14 años, después de fallecer mi hermano. La búsqueda para apaciguar mi dolor, mi soledad, el sentimiento de abandono, me hizo encontrar un camino espiritual. Fue un camino de 8 años solitario y de mucho autoconocimiento.

El verdadero cambio apareció cuando aprendí a pedir ayuda, conectar con mi vulnerabilidad y dejarme acompañar por un otro, fue mi salvación y liberación. Dejé de creer que para mí no había un otro donde apoyarme, deje de sentir que estaba sola. Desde entonces entendí que mi mayor fortaleza era mi mayor debilidad, aprendiendo a usarla a mi favor, sostenerme por mi misma y dejarme sostener por el otro, cuando sea necesario.

Mi experiencia como madre, hija, pareja me ha llevado a darle especial importancia a las relaciones, buscando el equilibrio en ellas, donde conviven ambas partes (el tú, el yo y el nosotros), en busca de un encuentro con más armonía, equilibrio y amor

¿Te acompaño?